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Crédito y Caución prevé que el crecimiento de la producción mundial del sector de maquinaria se limite al 1% en 2023, dos puntos por debajo de los niveles de 2022, debido principalmente a la moderación de la demanda en los mercados avanzados. El endurecimiento del crédito financiero está teniendo un efecto negativo en las inversiones en bienes de equipo, en particular en las principales industrias compradoras como la construcción y el transporte, sectores muy cíclicos y sensibles a los costes de financiación. La actual transición hacia los vehículos eléctricos está provocando cambios en el suministro de maquinaria al sector de la automoción. En la zona el desempeño esperado será aún más débil. Crédito y Caución espera que el crecimiento se ralentice hasta el 0,3% en 2023.
La cartera de pedidos acumulada durante la pandemia proporciona un apoyo a corto plazo a la producción global del sector, incluso en un contexto de debilitamiento de los nuevos pedidos. Sin embargo, si persiste la debilidad de la industria, algunos pedidos corren el riesgo de ser cancelados. En todas las regiones, la aseguradora de crédito prevé que el crecimiento del sector se desacelere a largo plazo. Esto afectará sobre todo a Asia-Pacífico, donde el giro de China hacia una economía más orientada a los servicios reducirá la demanda de bienes de equipo.
Una de las fortalezas de este sector son sus altas barreras de entrada por la necesidad de realizar grandes inversiones en tecnología. La impresión 3D, la IA, el Internet industrial de las cosas y el análisis de big data se utilizan cada vez más en la fabricación. Las empresas están aprendiendo a aprovechar las cantidades masivas de datos que generan sus máquinas. Todo esto debería traducirse en una mayor productividad, menores costes operativos y mayores márgenes. La creciente automatización de todos los sectores es una de las palancas del crecimiento de la fabricación de maquinaria. Muchos sectores son cada vez más dependientes de la automatización de procesos y los robots industriales, lo que supone un estímulo sostenido de la demanda de nuevos equipos.
Entre los principales riesgos para el sector está la desaceleración actual del crecimiento. Muchos fabricantes dependen de la demanda de sectores como la construcción y la automoción, dependientes del ciclo económico. Otra de las limitaciones del sector está en su intensidad de capital. Las empresas de maquinaria suelen afrontar grandes inversiones y gastos en I+D para ofrecer productos a medida en un mercado en el que las preferencias de los clientes cambian constantemente. La volatilidad de los precios de las materias primas es otro factor desestabilizador de los márgenes comerciales. El sector es muy susceptible a la evolución de los precios y la disponibilidad de materias primas como el aluminio, el cobre y el acero.