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El 50% de los españoles que compró una vivienda de segunda mano en 2021 realizó una reforma integralsobre el inmueble. De estos, el 89% la llevó a cabo para adaptarla a sus preferencias personales y solo el 11% decidió hacerla para conseguir revalorizarla y venderla o alquilarla a un precio superior.
Son algunos de los principales datos que se desprenden del Informe Anual sobre el Sector de la Reforma 2021, editado por la plataforma digital para la mejora del hogar, habitissimo, que hace una radiografía de la evolución y situación del sector en el último año y define las previsiones y tendencias para 2022.
Así, del total de reformas realizadas en 2021, el 70% se llevaron a cabo en viviendas principales y de ellas, el 36% fueron en inmuebles construidos entre 1977 y 1990. En cuanto a la inversión media en la mejora de la vivienda, cada hogar desembolsó alrededor de 1.552 € en pequeñas reparaciones o servicios y en torno a 58.000 € en llevar a cabo una reforma integral. "Los datos confirman que, desde la llegada de la pandemia, los españoles dan cada vez más importancia al estado de nuestro hogar y su confort, motivo por el que realizan la mayor parte de las inversiones en la mejora de su vivienda principal", afirman los expertos de habitissimo.
En cuanto a la rehabilitación de edificios, los planes y ayudas procedentes de la Unión Europea han sido protagonistas en 2021 y seguirán marcando el próximo año, pues son uno de los pilares para alcanzar los objetivos 2030 y 2050. En concreto, a lo largo del año pasado, del total de las peticiones registradas en habitissimo, hasta el 28% estuvieron relacionadas con la mejora de la eficiencia energética del hogar. "Si comparamos estos datos con los del año anterior, vemos un aumento de hasta 3 puntos porcentuales, lo que corrobora el aumento de la preocupación de los usuarios por la mejora de la eficiencia", apuntan.
En este sentido, los hogares han seguido apostando por las energías renovables, en especial por la solar fotovoltaica para el abastecimiento doméstico, con una consolidación de esta tendencia, que se refleja en el incremento del volumen de peticiones para la instalación de estos sistemas que, solo el pasado año, aumentó en un 230% con respecto a 2019.
A pesar del buen cierre de 2021 y las buenas expectativas para 2022, la situación económica internacional y la consecuente evolución de los costes de los materiales, así como la falta de mano de obra cualificada, son algunos de los retos que deberá afrontar el sector en 2022. Estos obstáculos pueden llegar a crear tensión en la rentabilidad de algunas operaciones, pero con una disminución de beneficios de únicamente un 13%, muy por debajo de los descensos previstos en otros sectores.