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El último estudio sobre pobreza energética publicado en febrero de 2023 por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), con los indicadores correspondientes a 2021, refleja un aumento de las viviendas con temperatura inadecuada en invierno. Casi 7 millones de personas son incapaces de mantener el confort en su hogar durante el periodo invernal.
Andimat, la Asociación Nacional de Fabricantes Materiales Aislantes, demanda una actualización de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024 diseñada por el Gobierno para paliar esta problemática en el parque edificado, que plantea, entre otras medidas, el aislamiento de las viviendas sociales.
“Una gran mayoría de los hogares españoles vulnerables se caracterizan por un aislamiento ineficiente o inexistente y una deficiente dotación de sistemas de calefacción, lo que aumenta la dificultad de mantener el confort adecuado en el interior de las viviendas”, señala Luis Mateo, director general de Andimat.
Según la Estrategia, en 1969 las ordenanzas provisionales aprobadas por Orden del Ministerio de la Vivienda regularon, para las viviendas acogidas a la protección oficial, ciertas características entre las que se encontraba el aislamiento térmico: bastaba con contar con una cámara de aire, “algo realmente insuficiente para la tipología edificatoria de la época”, dice Mateo.
Más allá de las viviendas sociales, Andimat reclama un impulso del Gobierno para dar a conocer a la sociedad la importancia del aislamiento para erradicar la pobreza energética este invierno, destacando la necesidad de rehabilitar los 13 millones de viviendas que no cuentan con aislamiento en sus edificios.
“Queremos hacer extensiva nuestra campaña `La envolvente, lo primero´, y las ayudas de los Fondos Next Generation son una oportunidad única para mitigar la pobreza energética en los hogares vulnerables”, comenta Mateo.
También Andimat recomienda que se pongan en marcha más programas de ayudas a la rehabilitación dirigidos especialmente a la población en riesgo de sufrir pobreza energética. “Hay que impulsar soluciones, como condiciones de financiación asequibles y créditos blandos para las personas vulnerables, de manera que se pueda democratizar la eficiencia energética para todos los hogares”, finaliza Luis Mateo.