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Las distintas crisis de la energía y los movimientos económicos ocasionados por la pandemia en los últimos años han propiciado que en 2021 nuestro país acabe el año con un aumento del Índice de Precios al Consumo (IPC) del 6,5% en el mes de diciembre, el más alto desde mayo de 1992.
Este aumento ha afectado a todos los sectores productivos, incluido la construcción y sus distintos trabajos como fontanería, electricidad, pintura o carpintería, que han registrado aumentos en 2021 con respecto a 2020, aunque siempre por debajo del valor final del IPC. En concreto, los trabajos de carpintería y los de materiales para la conservación y la reparación de la vivienda han sido los que más han aumentado en 2021, con un 4,2% y un 2,9% respectivamente. Seguido de los servicios de fontanería con un 2% y los servicios de pintura con un 1,9%. Por el lado contrario, los servicios de mantenimiento de los sistemas de calefacción se han incrementado únicamente un 0,4%.
Sin embargo, este aumento en los precios está muy por debajo del IPC general, aún así los propios profesionales reconocen haberse visto afectados por la subida del precio de las materias primas, pero que pudieron amortiguar esta subida del ticket con el gran aumento de la demanda de trabajos en la vivienda en 2021. Así, hasta el 44% de los trabajadores encuestados por habitissimo afirma no haber notado el aumento del IPC por parte del cliente final debido al aumento de la demanda de servicios.
“En 2021 hemos asistido a un auge de los trabajos de reforma que, al contrario de lo que han experimentado otros sectores, han ido creciendo de forma intermensual, propiciando que el sector de la construcción se establezca como uno de los motores de la recuperación económica del país”, apuntan los expertos de habitissimo.
Así, entre los trabajos más demandados en 2021, después de la reforma integral de vivienda, destaca la pintura que, a pesar de ser una intervención marcada generalmente por la estacionalidad, se ha mantenido estable durante todo el año. En cuanto a su emplazamiento, más del 80% se realizaron en viviendas principales, frente al 12% que se llevaron a cabo en segundas residencias y el 1% que se hace en inmuebles destinados a la venta o al alquiler. Por tipología, más de la mitad de los usuarios (54%) solicitaron pintar toda la vivienda, un 34% optó por pintar únicamente una estancia y un 12% el exterior de la casa.