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La crisis provocada por el Covid-19 ha cambiado la forma de ver y entender el mundo a todos los niveles, convirtiendo a la economía mundial en un absoluto caos. Nos enfrentamos, ahora, a consumidores con ansiedad, incertidumbre, ofertas relámpago… Se vive un momento único en la historia, en el que tanto las empresas como los usuarios se hayan más perdidos que nunca.
“Estamos en un momento de fatiga pandémica, lo que supone un reto en el mundo del marketing. En la actualidad, el consumidor se enfrenta a un desorden económico, con un bolsillo más apretado y con el miedo latente de que se produzca la ruptura del equilibrio social”, explica Antonio Ruiz, experto en neuromarketing.
Uno de los últimos informes de McKinsey & Company reveló que los consumidores españoles se muestran pesimistas ante una pronta recuperación económica. Así, un 83% de los encuestados españoles aseguró estar intranquilo ante un impacto negativo duradero en la economía. Teniendo en cuenta este nuevo panorama, ¿con qué herramientas cuentan las empresas para captar la atención de sus clientes?
Lo primero que hay que entender es que el consumidor post-covid es diferente. “Ahora el consumidor convive con una situación fisiológica alterada y ello repercute en sus emociones”, indica Ruiz, quien añade: “Los mensajes visuales que nos llegan ya no son interpretados con la normalidad antes existente. A día de hoy, a las empresas no les sirve solo con emocionar, hay que cautivar para asegurar la supervivencia”.
Es en este contexto donde entra el juego el neuromarketing, es decir, la ciencia que estudia el proceso de toma de decisiones del consumidor, convirtiéndose en el termómetro perfecto de todos los departamentos de marketing en este momento. Y es que para Ruiz, “el marketing tal y como lo conocíamos hasta 2020 ha muerto”, y la adaptación es la única respuesta para impulsar de nuevo el comercio en 2021.
“Tenemos un reto claro que es adaptar nuestra estrategia de marketing y ventas a una nueva psicología del consumidor, donde la forma de comprar, la percepción de los mensajes y los valores de muchos consumidores han evolucionado dando lugar a hábitos de consumo con ciertas diferencias”, indica este experto.
Según Antonio Ruiz, las empresas que dentro de este entorno pretendan establecer una relación a largo plazo con su cliente y mantenerse en la memoria de este con una huella emocional positiva deben seguir una serie de pautas: tratar de empatizar mucho más con el cliente transmitiendo más confianza; adaptar el teletrabajo y las mejoras internas a su activo más importante, sus trabajadores; establecer escenarios de venta a futuro, humanizando sus acciones; escuchar más a los consumidores multigeneracionales; abrazar el cambio y adaptarlo a su modelo de negocio, etc.