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El 18% de las empresas españolas ha sufrido impagos significativos durante 2020 a pesar de las inyecciones de liquidez y los estímulos fiscales que ha recibido el tejido empresarial para paliar los efectos económicos del Covid-19. Este es uno de los datos más relevantes que arroja la oleada de primavera del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform. Las medidas adoptadas en los primeros meses de estado de alarma obligaron al 86% de las empresas a reducir actividad productiva y comercial. Esta hibernación económica fue muy relevante para el 43%, que tuvo que renunciar a más de la mitad de su operativa habitual. En ese contexto de sobrecapacidad, el 49% de las empresas españolas ha percibido a lo largo de 2020 un deterioro de los niveles de solvencia de sus clientes.
El 56% del tejido productivo ha registrado una disminución de sus ventas. El impacto final de la pandemia sobre la facturación en 2020 se ha moderado respecto a las previsiones iniciales de las empresas. Hace un año, cuando establecieron estrictas medidas de distanciamiento social y cierres temporales de la actividad empresarial, el 72% esperaba caídas de su facturación. Estas previsiones ya se suavizaron hasta el 61% en otoño, en plena reactivación de la actividad a partir del tercer trimestre.
El tejido productivo muestra su confianza en un cambio de tendencia en 2021. Un 53% de las empresas espera que sus niveles de facturación vuelvan a remontar, frente a un exiguo 14% que espera que este ejercicio sea peor que el anterior en términos de ingresos.