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La vivienda es un pilar fundamental para la inclusión social de las personas. Contar con una vivienda que reúna las condiciones mínimas adecuadas de habitabilidad, sea económicamente asequible y esté situada en un entorno seguro constituyen elementos básicospara cubrir las necesidades de calidad de vida y bienestar de las personas. Aun así, en España siguen existiendo viviendas con deficiencias que no permiten garantizar el bienestar y la calidad de vida de sus residentes.
En el año 2020, el 40% de los españoles afirmaba no sentirse satisfecho con su vivienda, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Si comparamos estos datos con los datos obtenidos en 2019, podemos observar que se ha incrementado un 50% los españoles que afirman no sentirse satisfechos con su vivienda. Entre los principales problemas que hacen que no se sientan satisfechos con su vivienda destacan las incidencias con los ruidos, que afectan hasta al 22,1% de los usuarios; los problemas derivados de la delincuencia, sufridos por el 14,1% de los encuestados, o los relativos a contaminación y otras afecciones ambientales, que soportan el 12% de la población. La escasez de luz natural es otro de los problemas que impactan en hasta el 10,8% de los españoles.
Para solventar algunas de estas molestias o problemas, desde la plataforma para la mejora del hogar, habitissimo, ofrecen una serie de consejos que pueden acabar con estas deficiencias y, en muchos casos, sin tener que recurrir a grandes reformas.
Así, en el caso de los problemas con el ruido, desde esta plataforma recomiendan atender a las ventanas en primer lugar, y comprobar que están bien selladas. Por otro lado, recomiendan que las ventanas sean de PVC mejor que de aluminio, pues aíslan mejor los ruidos. “Lo ideal es que además sean de doble cristal y con distinto espesor para evitar que se propaguen las ondas sonoras”, explican los expertos de habitissimo. La opción más económica, en el caso de no poder invertir en sustituir las ventanas, es optar por cambiar únicamente los cristales para aumentar su grosor a un mínimo de 6 milímetros.