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Al recibir la factura eléctrica son muchas las personas que tienen la sensación de pagar más de lo que debería por la electricidad que se ha consumido. Esta sensación se ha incrementado durante estos últimos meses, tras el continuo encarecimiento del precio de la luz llegando a los 146,57 euros el megavatio hora (MWh), convirtiéndose en el precio más caro de la historia. Como consecuencia de este incremento, son muchos los españoles que están apostando por las energías renovables, llegando a aumentar casi un 400%las peticiones para la instalación de placas fotovoltaicas en estos últimos dos años, según los datos de la plataforma para la mejora del hogar habitissimo.
Y esta apuesta por las renovables, no solo está vinculada al ahorro económico que comportar, sino que los españoles cada día son más conscientes de la vinculación directa que existe entre su comportamiento y el impacto que este tiene en el medio; lo que hace que esté más dispuesto a invertir en productos y servicios alineados con sus principios. Y es que, la preocupación por el medioambiente es creciente, y ya ocupa el tercer lugar entre las motivaciones para mejorar la eficiencia energética de las viviendas entre aquellos usuarios interesados en realizar intervenciones en el hogar. Así, según los datos del último informe elaborado por habitissimo, el 48% de los usuarios que realizaron una reforma en su vivienda durante el segundo trimestre de 2021, tenían como objetivo mejorar la eficiencia energética de su vivienda.
En esta línea, y como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el Gobierno anunció recientemente la aprobación de un paquete de ayudas de 100 millones para impulsar las comunidades energéticas, que permitirán contribuir al desarrollo de proyectos impulsados por la ciudadanía, pymes, cooperativas o entidades locales en ámbitos como las renovables, la eficiencia energética o la movilidad sostenible.
Las comunidades energéticas tienen como objetivo la generación propia de energía renovable, sin necesidad de depender de las grandes empresas intermediarias. De esta forma, pueden ofrecer a los miembros de la comunidad un precio mucho más justo del que ahora pagan por la electricidad, ofreciendo así un ahorro económico que se verá reflejado todos los meses en la factura eléctrica. Y a su vez, les permitirá obtener un ahorro medioambiental, ya que toda la energía suministrada será de origen renovable, evitando así el emitir toneladas de CO2 a la atmósfera.