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Durante el último año se ha disparado el consumo desde el hogar distribuido directamente por los fabricantes, gracias a que el transporte ha experimentado una revolución silenciosa en los últimos años.
El modelo de negocio directo al consumidor (diect-to-consumer, o D2C) se puede definir como un modelo de negocio vertical que elimina intermediarios. Por el contrario, el modelo comercial minorista tradicional tiene intermediarios como mayoristas y minoristas externos, lo que hace que la cadena de suministro sea más larga. Desde el comienzo de la COVID-19, muchas grandes marcas tuvieron que adoptar una estrategia D2C para navegar por la pandemia.
Durante 2021 muchos fabricantes invirtieron en diversas estrategias como algoritmos para la optimización del inventario en tiempo real, conectando el pago con el almacén y sobre modelos para ofertas especiales que completan el envío de manera eficiente.
Según informa Transport Intelligence, el analista británico Statista informó que, desde la pandemia, más de la mitad de las empresas de fabricación en el Reino Unido han visto crecer o mantenerse estables sus ingresos de D2C. De manera similar, en los Emiratos Árabes Unidos, los canales D2C produjeron 1.000 millones de dólares en ventas en 2021, y se espera que el mercado de comercio electrónico D2C de EE. UU. crezca a 175.000 millones de dólares para 2023.