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La reciente aprobación de la reforma laboral ha supuesto un importante cambio en la forma en la que se articulan los contratos y sus tipos en todos los ámbitos productivos. En el caso concreto de la construcción, la nueva reforma afectará casi al 25% del total de los trabajadores del sector, según ha indicado la plataforma digital para la mejora del hogar, habitissimo. Y es que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en el último trimestre del año existían 314.500 personas con contratos temporales.
Con la nueva reforma laboral, a partir de ahora, los contratos temporales sólo se permitirán por “circunstancias de producción” o por “sustitución de la persona trabajadora” y se rediseñará el contrato fijo por obra de la construcción, que pasa a ser indefinido con obligación de que la empresa busque una fórmula de recolocar al trabajador en otras obras. Si no es posible llevar a cabo esta reubicación, se producirá una extinción del contrato. Asimismo, la nueva reforma endurece la penalización de los contratos de menor duración y, como norma general, los contratos de menos de 30 días tendrán una cotización adicional de 26 euros en el momento de la baja. “Tal y como dicta la nueva norma, las empresas tienen tres meses desde la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), para adaptar los actuales contratos temporales a las nuevas modalidades y, de no hacerlo, se enfrentan a multas de hasta 10.000 euros por cada trabajador en situación irregular”, explican los expertos de habitissimo.
Aun así, desde habitissimo están convencidos de que el sector seguirá manteniéndose como uno de los motores de la recuperación. En este sentido, recuerdan que la construcción es un sector imprescindible para facilitar el cambio de modelo productivo hacia el que se pretende virar a nivel europeo destacando su enorme potencial en términos de empleo como mecanismo dinamizador. “En los últimos años de pandemia, en los que se ha producido una desaceleración en el tejido productivo en muchos sectores, hemos comprobado como la construcción ha sido una de las áreas fuertes que han servido de motor económico del país”, puntualizan. Además, consideran que este cambio de modelo de contratación debe contribuir a que el sector se adapte al nuevo paradigma al que se enfrenta el país, articulado no sólo en torno a la transición ecológica, sino también a la digitalización.