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Debido a las ayudas del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (Ivace+i) con fondos de la Generalitat Valenciana, Aimplas, instituto tecnológico del plástico, ha potenciado durante 2024 actividades de I+D independiente para seguir liderando, impulsando y fortaleciendo la I+D+i empresarial y la transferencia del conocimiento en el sector de los plásticos. Así, el centro tecnológico ha avanzado en sus siete líneas de investigación: reciclado, valorización y biotecnología; economía circular y medio ambiente; química sostenible; packaging; ciudades, movilidad y energías sostenibles; agricultura y medio acuático; y caracterización de materiales, y ha desarrollado la segunda fase de su Plastics Living Lab.
En la línea de reciclado, valorización y biotecnología destaca el esfuerzo de investigación realizado en tres áreas. Por un lado, en la mejora de los procesos de sorting o clasificación para conseguir, a partir de residuos mezclados complejos, unos materiales reciclados de alta calidad, destinados principalmente a los sectores de envase, eléctrico-electrónico y textil. En segundo lugar, en la mejora de las propiedades de los materiales reciclados, eliminando sustancias no adecuadas para el mercado o que no pueden utilizarse en sectores como el de la alimentación. Y, por último, en tecnologías de biología molecular, desarrollando microorganismos que trabajen en las degradaciones enzimáticas y en la biorremediación de los medios naturales.
En cuanto a ciudades, movilidad y energías sostenibles, Aimplas ha trabajado en cuatro grandes ámbitos para demostrar cómo los materiales plásticos y los composites contribuyen a reducir significativamente las emisiones en las ciudades. Por un lado, con el desarrollo de materiales biobasados, reciclados o reciclables para construcción, movilidad y transporte. Por otro lado, en el área de la eficiencia energética, desarrollando materiales para el almacenamiento de energía como tanques de hidrógeno. También se ha abordado el aligeramiento de peso en piezas estructurales para movilidad y transporte. En el ámbito de la seguridad en el transporte, se han integrado sensores en estructuras del vehículo para monitorizar diferentes parámetros. Y, por último, en el área de tecnologías habilitadoras se han desarrollado nuevos materiales para fabricación aditiva de gran formato.
Aimplas ha continuado trabajando en la línea de polímeros naturales en su línea de I+D de packaging, principalmente, en su plastificación para poder transformarlos como los materiales plásticos convencionales mediante tecnologías de inyección y extrusión, y también mejorando sus prestaciones mecánicas y propiedades barrera.
Durante 2024, el instituto tecnológico también ha potenciado su investigación en economía circular poniendo el foco en cinco pilares. Por una parte, en el marco regulatorio del sector de los plásticos, por otro, en todo lo relacionado con el ecodiseño de productos y con el método de impactos ambientales, desde el Análisis de Ciclo de Vida completo, hasta puntos específicos como huellas de carbono o hídricas.
También ha trabajado en términos de impacto global de los productos plásticos, teniendo en cuenta no sólo la vertiente ambiental, sino también la salud, riesgos y seguridad. Asimismo, el centro ha continuado abordando los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), tanto los existentes, como impulsando la creación de otros nuevos. Por último, esta línea de investigación también se ha centrado en las nuevas ecoetiquetas y certificaciones, y en el próximo pasaporte digital de productos plásticos.
En la línea de caracterización de materiales, Aimplas se ha centrado en la aceleración de los ensayos de fatiga y dinámicos para tener resultados en tiempos más reducidos, y también en la evaluación de las temperaturas críticas para establecer los límites de las propiedades de los materiales. Otra de las áreas de investigación ha sido la biodegradabilidad de los materiales plásticos en el medio marino. También se ha continuado trabajando en la cuantificación de microplásticos en agua de consumo y en materiales biodegradables y compostables, así como en establecer patrones de microplásticos que faciliten su estudio. Además, también se ha abordado la determinación de contaminantes emergentes como antibióticos y PFAS, se ha seguido evaluando la ecotoxicidad de materiales con diferentes técnicas, y se ha profundizado en la investigación en NIAS (sustancias no añadidas intencionadamente) no volátiles, que son las más complejas analíticamente para aumentar el número de sustancias identificadas.
En cuanto a los ejemplos de economía circular en el sector del plástico, se ha incluido un macetero creado a partir de residuos del proceso de fabricación de baldosas cerámicas o una boya marina hecha con la recuperación de plástico del mar. También se ha delimitado toda la zona con postes de plástico reciclado. Por último, en 2024 el centro también ha comenzado a implementar sensores de monitorización para la observación, control y validación de los desarrollos de este Living Lab.