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El GfK Euro Clima de Consumo cierra junio con sensación de estancamiento en cuatro de los cinco indicadores analizados: expectativas sobre la evolución de la economía en España, previsiones de ingresos y disposición al gasto y al ahorro. En estos casos, no se producen mejorías y cuando se registran no lo hacen lo suficiente como para dar un vuelco a la situación e impulsar el consumo. Es la percepción sobre la inflación la que experimenta un comportamiento diferencial: la población parece que empieza a pensar que los precios no seguirán bajando en los próximos meses.
Los indicadores son el balance entre las respuestas positivas y negativas, analizadas con procedimientos estadísticos. Si un indicador es positivo, ello muestra que el análisis del consumidor en relación con esta variable está por encima de la media en una comparación a largo plazo. Para los valores negativos, la interpretación correcta es que el valor obtenido está por debajo.
Antonieta Martín, responsable del estudio en España, explica: “Para controlar la inflación, el Banco Central Europeo (BCE) estimula que los hogares gasten más en hipotecas y menos en compras masivas de productos capaces de hacer subir los precios. Si las familias españolas planean controlar sus compras, aunque vean mejorar sus ingresos, esto apoya la estrategia del BCE. Las políticas de altas tasas de interés no favorecen el crecimiento económico basado en el consumo. Por todo ello, esperamos que los resultados actuales se mantengan tozudamente durante los próximos meses”.
Son ya diez meses de mejoría en el indicador de previsiones de ingresos de los hogares en nuestro país. Ha sido un recorrido muy lento, pero que ha situado al índice en positivo desde hace tres mediciones. Esto indica que la mayor de la población espera que en los próximos meses sus ingresos mejorarán. En junio el avance es de únicamente un punto. Con +3 puntos, España se sitúa en la posición 19 entre 30 países analizados, lo que muestra que la recuperación de la confianza en los ingresos es también general en el resto de Europa, con 21 países en positivo.
Si analizamos en detalle las grandes economías de la región, destacan la caída de cinco puntos de Reino Unido en junio, que ha dejado en +6 al índice, así como el descenso de cuatro puntos de Alemania que ha cerrado el mes en +8. Tanto Francia como Italia continúan en valores negativos importantes, con -15 puntos en ambos casos.
No se puede hablar de un cambio claro en la percepción de la población respecto a la evolución de la economía española. Con tan solo una mejora de un punto, volvemos a hablar de incertidumbre debido a un indicador en -14 puntos. Un valor negativo importante, que nos sitúa en la posición 21 del ranking de los 30 países analizados y que sigue lejos del -8 del total UE.
Frente a las dudas de la ciudadanía en España, están los importantes progresos en Reino Unido, con un alza de siete puntos que sitúa el indicador en positivo +5 puntos. También muestran más confianza los habitantes de Alemania, con +3 puntos en el indicador, a pesar de la destacada bajada de siete puntos que han sufrido respecto al mes anterior. Francia e Italia tampoco salen de la negatividad con sus indicadores en -10 y -19 puntos.
Otro indicador que no ha mostrado ningún cambio en los últimos 30 días es el de la disposición a comprar. En nuestro país, al igual que ocurre en la gran mayoría del continente, el consumo continúa en niveles negativos. Con -20 puntos estamos en la posición 18, a escasa distancia del total UE (-18). Esto refleja el ambiente general de contención del gasto en Europa.
Respecto a las grandes potencias económicas de la zona, en Reino Unido, Francia y Alemania tampoco hay cambios y mantienen su negatividad. Muy alta en el caso de británicos y franceses, con -36 y -31 puntos, respectivamente. Los alemanes, con el indicador en -13 puntos, y los italianos, con -3, son de los menos reticentes a comprar, todo valorado desde un punto de vista muy pesimista.
El indicador de previsiones de ahorro recupera este mes los cinco puntos que perdió el anterior. Sin embargo, esto no implica ningún cambio real en las expectativas de la ciudadanía. Son mayoría los que declaran no tener capacidad de ahorro. Con el indicador en -26 puntos, España ocupa el lugar 29 de los 30 países en estudio. Sin embargo, ésta no es la tónica general en Europa: hay 21 países en positivo y el indicador del total UE está en +8. De hecho, la población del resto de grandes economías de la región confía en ahorrar en los próximos meses: Italia (+29), Reino Unido (+18), Alemania (+8), Francia (+4) son prueba de ello.
Si los últimos meses hemos visto cómo la población en España veía relativamente cerca una bajada de la inflación, el último GfK Euro Clima refleja lo que podría ser un cambio de percepción tras una caída en las expectativas de seis puntos, que sitúan en -1 el indicador. El total UE, por el contrario, sí se estabiliza en -12. Es importante hacer notar que, a diferencia del resto de indicadores, un valor negativo indica que los entrevistados esperan que los precios no sigan subiendo. Respecto al resto del continente, también se observan pocos cambios en las previsiones económicas, de ingresos, gastos, ahorro e inflación.
Las expectativas económicas de los europeos variaron mínimamente – solo un punto - a la baja, dejando el indicador en -8 puntos. Los niveles más altos se registraron en Suecia, Lituania, Croacia y Eslovaquia, todos ellos con puntuaciones por encima de +11 puntos. En cuanto a los ingresos, permanecen en -2 puntos. En este caso, los países con los indicadores más altos fueron Bulgaria, Lituania, Croacia y Polonia, todos ellos sobre los +20 puntos.
La disposición a comprar en Europa muestra un ligero incremento de un punto, quedando en -18 puntos. En junio los avances más importantes se registraron en Austria (+10 puntos de crecimiento), Bélgica (+7) e Italia (+6). De la misma forma se mantiene estable la disposición al ahorro (+8 puntos). La población con mayor capacidad de guardar parte de sus ingresos está en Suecia, Países Bajos y Polonia, los cuales superan los +30 puntos.
Por último, las previsiones de precios se sitúan en los -12. En Letonia y República Checa han disminuido de forma importante las expectativas de una bajada de la inflación.