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España vuelve a la senda marcada en febrero y el mes de abril se cierra con mejoras en los indicadores analizados en el GfK Euro Clima de Consumo -expectativas económicas, previsión de ingresos en los hogares y disposición a comprar de las familias- aunque sin salir de valores que denotan pesimismo, según recoge la revista ARAL.
GfK ha analizado mensualmente las percepciones de los habitantes de 28 países europeos. Para ello emplea datos propios en Alemania, Polonia y Reino Unido, así como información recogida por otras instituciones bajo la coordinación de la Comisión Europea.
Los valores negativos siguen estando presentes un mes más tanto en España como en Europa en todos los indicadores, especialmente el que registra la intención de realizar grandes desembolsos. Los resultados señalan que en la región todavía existe cautela con respecto a cuál será el futuro de las economías locales a corto plazo, aunque en más de la mitad de ellas (59%) se han experimentado subidas en este indicador.
En el estudio, todos los indicadores toman valores estandarizados estadísticamente dentro de una horquilla entre -100 y +100. Esto significa que la media a largo plazo de los indicadores tiende a cero. La estandarización se realiza con el objetivo de comparar distintos países de forma directa, evitando así las diferencias culturales al momento de responder a las mismas preguntas.
Un valor negativo muestra que el porcentaje de entrevistados pesimistas respecto al futuro es superior al porcentaje de los optimistas. Un índice con valor 0 señala que existe equilibrio entre ambos y un indicador positivo expresa que el porcentaje de entrevistados optimistas supera al de los pesimistas.
Después de meses en los cuales las expectativas sobre la economía de España por parte de la población no parecían alineadas con los datos macroeconómicos de las distintas entidades internacionales, abril se cierra con una pequeña recuperación de la confianza que aúpa el indicador a los -18 puntos. Esta mejoría de 7 puntos – el mayor obtenido desde diciembre del pasado año – sitúa a España en la posición 16 de 29. Escala una posición desde la caída de marzo y está a siete puntos del total europeo (-11).
De las principales economías del continente, España se sitúa detrás de Alemania (el único en valores positivos con +14 puntos) e Italia (-3) y se aleja de Portugal (-25), Reino Unido (-24) y Francia (-34).
“Viendo en retrospectiva las expectativas de la población y comparando los resultados de abril con los obtenidos en noviembre de 2022, cuando el mercado se preparaba para una contracción importante e incluso para una recesión, podemos comprobar que se registra una potente mejoría en todos los países analizados, con aumentos de la confianza de entre 15 y 37 puntos en 23 de ellos”, señalan desde el equipo encargado de este estudio.
El mes de marzo se cerró con un importante retroceso en las previsiones de ingresos de los hogares en España tras cinco meses de continua mejoría. En abril se recuperan valores similares a febrero. Con un aumento de 9 puntos, el indicador se coloca este mes -13 puntos, situando a nuestro país cuatro puntos por encima del total de la UE (-17) y en la posición número 14 de entre los 29 países analizados.
De nuevo Italia (-9) y Alemania (-11), de entre las mayores economías europeas, muestran valores menos negativos que España. Con peores expectativas están Portugal (-24), Reino Unido (-25) y Francia (-33).
La intención de gasto de los hogares españoles sigue estando en valores muy negativos, al igual que ocurre en el resto de los países analizados. El indicador correspondiente al total de la UE se sitúa en -31, lo que indica que la contracción del consumo en Europa continuará a corto plazo. España (-29), a pesar de aumentar 11 puntos y contrarrestar la caída del mes pasado, solo está a dos del total de la UE.
Entre las principales economías, presentan mejores resultados Alemania (-13) e Italia (-18). Unos datos que reflejan la visión sombría de las familias y su poca inclinación a realizar grandes compras.
De nuevo, al mirar el comportamiento de este indicador durante los últimos seis meses, detectamos también una mejoría en 17 países, aunque en una proporción mucho menor que en los indicadores anteriores (expectativas económicas y previsiones de ingresos) y también de menor intensidad, ya que en este caso las variaciones no superan los 16 puntos, manteniendo así las valoraciones en zonas muy negativas que indican un importante freno del gasto.
Después de un mes de marzo en el que el Euro Clima de Consumo en general se ralentizó, este mes de abril registra por cuarta vez mejoras consecutivas, lo que permite afirmar que los europeos empezamos a recobrar tímida y lentamente la confianza, aunque todavía estamos en valores críticos.
En el caso de las expectativas económicas de los europeos, aunque han mejorado cinco puntos en abril situando el total en -11, solo un país registra un saldo positivo: Alemania (+14). En 11 de los estados analizados, además de ubicarse en valores negativos, superan los -20 puntos. Entre ellos, destaca Francia (-34) que es penúltimo, solo superado por Estonia (-42).
Sin embargo, hay cabida para la esperanza, ya que en más de la mitad hay subidas en este indicador: 17 países han experimentado mejorías en sus expectativas, cinco con ascensos superiores a los 10 puntos. Entre las principales economías, encabeza este grupo Alemania con una subida de 11 puntos. Estos resultados indican que en la región todavía existe cautela en cuanto al futuro de las economías locales a corto plazo.
Las expectativas de ingresos han crecido 9 puntos en el continente, aunque el indicador sigue en negativo (-17). De todos los países analizados, solo seis presentan previsiones positivas en cuanto a la economía de sus hogares, siendo Lituania (+14) quien encabeza el ranking. Si se observa cómo han cambiado las expectativas durante este último mes, podemos ver que la población ha ganado algo de confianza en relación con sus entradas de dinero a corto plazo. Ello demuestra que 22 de los 29 países estudiados han mejorado sus perspectivas de ingresos. No obstante, la existencia generalizada de valores negativos en 23 de los países estudiados nos alerta de la fragilidad de esta previsión.
La disposición a comprar de los europeos es el indicador que mejora más lentamente y el que arroja los datos más pesimistas. Solo un punto a favor ha registrado el total de este indicador (-31) en la zona. De nuevo en abril, Bulgaria (+12) y Hungría (+8) son los únicos estados en valores positivos. Es de hacer notar que 22 de los 29 países en estudio, presentan valores inferiores a los -20 puntos, datos que reflejan la contundente decisión de comprar lo indispensable. Las poblaciones con la intención más fuerte de contraer el consumo están en Suecia y Austria, donde sus indicadores están en -69 puntos.
Vistos en conjunto, 15 de los 29 países analizados mejoran sus previsiones de gasto, siendo Dinamarca el que mayor subida reporta con 14 puntos. A pesar de ello, este país es de los más pesimistas de la región (-52 en marzo y -38 en abril). Francia, en la posición 24 con una caída de 6 puntos desde los -43 a los -49, muestra claramente la mirada escéptica de sus ciudadanos ante el gasto en sus hogares.