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AFM Cluster ha hecho públicos los datos provisionales del sector de la Máquina-Herramienta de 2022, así como un avance para el presente ejercicio. Y, según los datos, no ha ido mal teniendo en cuenta la difícil coyuntura con la que se lidió en 2022 y que, de momento, estamos heredando este año.
Así, respecto a facturación datos provisionales, el sector de fabricación avanzada y máquinas herramienta ha alcanzado en el año 2022 una cifra de facturación de 1.723,83 millones de euros, lo que supone un incremento del 9,7% sobre los datos de 2021. Ha sido un año marcado por la inflación, el alza de costes de materias primas y energía y los enormes problemas de aprovisionamiento, que se vieron agudizados por la guerra en Ucrania. La cartera acumulada a lo largo de 2021 y la potente entrada registrada en el propio 2022, han permitido al sector superar en gran parte tales reveses. Los dos principales subsectores, arranque y deformación, han crecido de manera similar, tras varios años en los que la deformación ha sufrido sucesivas bajadas arrastrada por la paralización de proyectos en el sector de automoción. La recuperación de actividad de los fabricantes de automóviles y la demanda procedente de los sectores energético, aeronáutico, bienes de equipo y metalmecánica en general han impulsado ambos subsectores.
La exportación también crece de manera notable, casi un 10%, llegando a los 1.364,6 millones de euros, el mejor dato de la historia. También en las exportaciones destaca el crecimiento casi idéntico de arranque y deformación. Los principales destinos de nuestras ventas en el exterior han sido: Italia, Alemania, EEUU, Francia y China, seguidos de México, Portugal y Turquía. A destacar la espectacular cifra de ventas alcanzada en Italia, la mayor registrada, merced a los programas de incentivación de la inversión productiva impulsados desde su gobierno.
En palabras del presidente de AFM Cluster, José Pérez Berdud: “2022 ha resultado un año verdaderamente complejo. Pese a que comenzamos el ejercicio con una buena carga de trabajo, la estructura de costes de los pedidos en curso se veía sacudida por los incrementos de precios que sufríamos desde hacía meses. Adicionalmente, la invasión de Ucrania hizo tambalear los cimientos de la confianza internacional. A la tragedia humana se sumó otro incremento extraordinario de los costes, cancelaciones de actividad con Rusia y su esfera, y gran incertidumbre acerca del devenir de la economía y de la industria. Sin embargo, tras las dudas iniciales, y contra todo pronóstico, el año siguió trascurriendo con paso firme, y mes a mes la actividad industrial de diversos sectores y la demanda de tecnologías de fabricación se ha mantenido robusta. El año ha cerrado con buena actividad y por encima de lo que preveíamos en nueva captación, lo que nos garantiza una arrancada de 2023 interesante”.
Por su parte, los pedidos han crecido en 2022 un 11,28%, con una clara recuperación de la captación en deformación, manteniendo también el arranque un buen tono. Nos hallamos ante la mejor captación acumulada de la serie histórica en términos absolutos, que sería la segunda mejor si dedujéramos los efectos de la inflación. Los pedidos procedentes del exterior, también en cifras interesantes, crecen un 13,25%. Es reseñable la demanda recibida desde China, Alemania, EEUU, México e Italia. Los pedidos domésticos retroceden levemente (-3,3%), manteniendo prácticamente la cifra del ejercicio anterior.
Respecto a los sectores cliente, destaca la recuperación de las inversiones en el sector de automoción que están tirando fuertemente de nuestros fabricantes del subsector de deformación. También la aeronáutica ha retomado sus programas de fabricación que quedaron paralizados por efecto de la pandemia. Junto a ellos, el sector energético, el metalmecánico en general y los bienes de equipo ofrecen asimismo buenas perspectivas.
El consumo interior, el perpetuo talón de Aquiles del sector, crece, por su parte, un 31,7% por efecto de las importaciones, aunque desde unas cifras muy modestas y menos de lo deseable para un país que necesita más industria y mejor equipada.
Las previsiones para el cierre de este año son “razonablemente optimistas” teniendo en cuenta las interesantes carteras de pedidos que manejan las empresas del sector. Probablemente la cifra de facturación al cierre del año tendrá un crecimiento cercano al 5%. Aunque alguno de los paneles de prospectiva que maneja el clúster habitualmente apuntan a una cierta desaceleración, parece que se tratará de algo transitorio que se superará con cierta agilidad. Si estas previsiones se cumplen, será la rentabilidad el aspecto a cuidar en estos meses. La gran batalla será fabricar los pedidos que tenemos en cartera, a tiempo y de manera eficiente, en un momento en que esto es realmente complicado. El director general de AFM Cluster, Xabier Ortueta, explica: “Debido a las medidas de enfriamiento y control de la inflación, esperamos una ralentización de la economía en 2023, que nos llevará muy probablemente a una caída en la entrada de pedidos. De cualquier modo, y pese a que hemos aprendido que no son buenos tiempos para previsiones, nuestros paneles de prospectiva acotan la duración y la profundidad de dicha caída. Aunque cautos, somos moderadamente optimistas y confiamos en que nuestras actuales carteras y nuestro posicionamiento en sectores estratégicos como el de energía, aeroespacial, bienes de equipo o automoción, nos permitan aguantar bien el año. Por otro lado, la necesidad de asegurar las cadenas de suministro y el ‘friendshoring’, apuntan a a nuevas e interesantes inversiones en equipamiento que deberemos aprovechar para seguir creciendo”.