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Los transportistas se enfrentar a nuevos y continuos desafíos en su día a día: la congestión, los cambios geopolíticos, los almacenes desbordados, los retrasos en los puertos o los viajes vacíos, entre otros. Ante este panorama, Mike Short, presidente de Global Forwarding en C.H. Robinson comparte tres prácticas que recomienda a las empresas implementar para optimizar sus estrategias logísticas en este nuevo año.
Si bien la demanda de capacidad ha disminuido en la mayoría de las rutas comerciales mundiales en los últimos meses, ese no es el caso para todos los mercados. Mike Short explica: “Por ejemplo, en Estados Unidos, el mercado de exportación en realidad vio un aumento en la demanda de envíos, experimentando un mini-pico el otoño pasado. Además, ciertos carriles hacia y desde Oceanía no experimentaron el mismo descenso drástico de la demanda que otras grandes regiones, como Asia, por lo que la disponibilidad y las tarifas fueron muy diferentes”.
No obstante, Short explica que la planificación es importante porque una estrategia de cadena de suministro global saludable se diversifica entre modos y carriles, con una combinación de precios contractuales y al contado para atender los matices y las condiciones de mercado únicas de cada región. “Incluso con más capacidad abierta en muchas rutas comerciales, continúen esforzándose por lograr un tiempo de entrega de 4 a 6 semanas para el transporte marítimo y notifique lo antes posible para el transporte aéreo. Cero congestiones en un área de la cadena de suministro no significan que no la enfrentará en otra. Confíe en los conocimientos y la experiencia del mercado de su socio logístico y de transporte, para mantenerse actualizado sobre los matices de cada región, modo y ruta comercial”, declara.
Según una encuesta de 2022 a grandes transportistas, el 62% señala que la presión para reducir los costes de la cadena de suministro es un punto crítico, y se espera que eso cambie pronto. Hay una variedad de estrategias a considerar para cada negocio, algunas más fáciles de implementar que otras. A veces los cambios simples en la estrategia pueden generar grandes ahorros.
Por ejemplo, la consolidación de carga es un punto fácil para comenzar a obtener mejores tarifas y seguridad de carga, o el uso de nuevas herramientas tecnológicas. Otras tácticas, como el uso eficaz de Incoterms, la utilización de la gestión de órdenes de compra y el aprovechamiento de los informes de inteligencia comercial de los proveedores de transporte, pueden llevar más tiempo de implementación, pero el objetivo final compensará.
Estos últimos dos años han sido como un torbellino, el objetivo principal era mantener la cabeza fuera del agua, la fabricación en funcionamiento o los estantes abastecidos. Ahora, es momento de volver a concentrarse en la previsión. Administrar el inventario en función de los indicadores económicos, y ubicar esos inventarios más cerca del usuario final será primordial, especialmente en un entorno logístico cada vez más complejo. Si no se está seguro de por dónde empezar, se deberán buscar aliados expertos ya que la tecnología y los datos correctos pueden ayudar a identificar los impactos económicos, las proporciones de inventario a ventas y más.
“Si bien existen excelentes estrategias de cadena de suministro disponibles, no existe una respuesta única en logística. La cadena de suministro de su negocio es única y requiere estrategias igualmente únicas. Si bien hay prácticas comunes, lo mejor que puede hacer es reunirse con su socio de la cadena de suministro para identificar las estrategias y oportunidades correctas en función de sus objetivos comerciales para este 2023”, finaliza Mike Short.