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La digitalización avanza a buen ritmo en el sector de la construcción. La demanda inmobiliaria cada día da más importancia a que su hogar cumpla con elementos como controles inalámbricos, el Internet of Things (IoT) y la eficiencia energética, algo que es cada vez más económico a la hora de reformar una vivienda convirtiéndola en inteligente. En este sentido, a día de hoy esta trasformación del hogar cuesta un 70% menos que hace 5 años, con una inversión que va de los 1.000 a los 6.000 euros,dependiendo de los elementos del hogar y funcionalidades que se quieran conectar entre sí. Y es que las aplicaciones móviles hacen que ya no sea necesario contar con un programador específico para cada vivienda, por lo que es posible reducir mucho el coste de materiales y de mano de obra.
Que a los propietarios les interesa cada vez más modernizar sus viviendas queda patente en las cifras: hasta un 40% del total de las reformas se lleva a cabo con fines estéticos y prácticos para su modernización y la implementación de sistemas actuales, mientras que el 60% restante se realiza por la obsolescencia del parque de viviendas. Nuevos materiales, sistemas de climatización más sostenibles, conexión wireless con electrodomésticos, luces y persianas, regulación de la temperatura, cámaras integradas, sistemas de seguridad, control de voz mediante Google Home o Alexa y un notable control de costes en los suministros, son las principales ventajas para los propietarios.
Joel Vila, director del área de Diseño de Global Projects, destaca que “las características de los hogares se están adaptando a nuestro modus vivendi. Ahora las familias son menos numerosas, están menos horas en casa y es por eso que prefieren pasar más tiempo en las salas principales que en los dormitorios. Esos cambios nos llevan a implementar mejoras en los inmuebles como la reducción o eliminación de estancias creando menos espacios y más amplios, disponer de un espacioso salón con cocina abierta para reuniones sociales y ratos en familia, o tener una zona donde trabajar cómodamente desde casa”.
Espaciosa y silenciosa. Así es la vivienda perfecta para los españoles, una petición que en la mayoría de los casos requiere de una reforma integral previa debido a las características heredadas del parque de viviendas español construido durante la segunda mitad del siglo XX. En este sentido, en las reformas de este año se tenderá a la integración de espacios, la inclusión de mobiliario a medida y la eliminación de barreras visuales y cables para obtener un resultado limpio en el que se buscará combinar lo natural con lo moderno: ventanales de perfilería minimalista, recuperación de los elementos arquitectónicos originales, piezas porcelánicas de gran formato, revestimientos en paredes con puertas invisibles, etc.
La otra gran preocupación de los propietarios será contar con un buen aislamiento, tanto térmico como acústico. En aquellos edificios residenciales anteriores al año 2000 es habitual encontrar viviendas que no disponen de suelos, paredes y techos que sean capaces de conservar la temperatura y de evitar escuchar ruidos provenientes de los inmuebles colindantes. En estos casos, la principal causa es el grosor insuficiente de la divisoria que separa las viviendas, que en algunas ocasiones no llega a los 5 centímetros, por lo que la solución pasa por realizar la instalación de una doble pared de un grosor de entre 9 y 12 centímetros que cuente, por ejemplo, con paneles de insonorización compuestos por copopren o lana de roca, materiales específicamente diseñados para el aislamiento térmico y acústico de espacios.