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España se sitúa entre los diez países que menos prudencia toman a la hora de asumir deudas, por debajo de otras grandes economías como Italia o Francia. A nivel regional, las industrias catalanas (48%) y aragonesas (44%) son las menos predispuestas al endeudamiento. A medida que se estabiliza la crisis sanitaria, aumenta la inquietud por la crisis económica derivada de la pandemia. Los empresarios, grandes y pequeños, retoman su actividad ante un horizonte incierto en el que tendrán que hacer frente a grandes desafíos.
El primero de ellos es la falta de liquidez. La caída de la demanda y el cese de la actividad por el Estado de Alarma hace que las compañías españolas asuman nuevas deudas para poder financiarse. Y lo hacen con menos cautela que otros países europeos, tal y como se desprende del Informe Europeo de Pagos de Intrum. Cuando se les pregunta por las medidas de prevención ante el declive económico, solo 3 de cada 10 compañías españolas planean ser más cautelosas a la hora de endeudarse, seis puntos porcentuales por debajo del promedio europeo (36%).
La predisposición al endeudamiento ante la crisis económica se deja entrever también en la estadística publicada por el Banco de España, cuando en el mes de marzo, al principio de la pandemia, la deuda de las empresas aumentó un 1,2% respecto a febrero, hasta los 899.758 millones de euros.
Si se analiza únicamente a las pymes, las cifras hablan por sí solas. El 70% tiene previsto solicitar financiación para superar la crisis del coronavirus, tal y como establece el Barómetro Pymes 2020 de CEPYME.
Ante este escenario, las empresas españolas se sitúan entre las 10 que menos planifican a la hora de asumir deudas, por debajo de otras grandes economías como Italia (41%) o Francia (46%), pero por encima de las empresas alemanas (22%). Posición muy distinta es la de las empresas eslovacas, donde 6 de cada 10 organizaciones aseguran aumentar sus precauciones a la hora de asumir cualquier compromiso de pago para preparar a su negocio ante una desaceleración económica.
En el ámbito nacional, las empresas catalanas (48%), aragonesas (44%) y andaluzas (39%) son las que actualmente planean tomar más cautela para preparar a su empresa ante un declive económico, muy por encima de media europea (36%). En el lado opuesto, se encuentran las compañías castellano y leonesas donde apenas un 5% realiza esta misma afirmación, seguidas de las murcianas (14%).