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Programa de trabajo de mitigación. Así se llama el acuerdo adoptado en la COP 27 para que los países tomen medidas inmediatas, reduzcan sus emisiones más rápidamente y mantengan el calentamiento global medio de la Tierra en 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
Junto a un mecanismo de financiación para los países más vulnerables, este programa de mitigación de emisiones ha sido uno de los acuerdos más relevantes alcanzados en la última Cumbre por el Clima, tras varios días de intensas negociaciones, en la localidad egipcia de Sharm el-Sheikh.
Las delegaciones vuelven a sus países de origen con el compromiso en el bolsillo pero sin un plan de acción claro para eliminar las emisiones contaminantes.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes (ANDIMAT) quiere insistir en que solo con una apuesta decidida por la descarbonización de los edificios, junto a otras iniciativas, podrá conseguirse esta ambiciosa limitación del aumento de la temperatura del planeta.
“El alza de los precios de los combustibles y la necesidad de revitalizar la economía mundial tras la pandemia nos ha hecho poner el foco en el ahorro de energía que puede conseguirse en el sector aplicando medidas de eficiencia. Pero no podemos olvidar que algo más de un 35% de las emisiones de dióxido de carbono se deben a la industria de la construcción y al propio uso del edificio. Actualmente, 1 m2 de construcción puede emitir en torno a 2,5 toneladas de CO2 a lo largo de su vida útil, lo que incrementa la huella de carbono del edificio”, afirma Luis Mateo, director general de ANDIMAT.
En esta labor de descarbonización de los edificios a través de la disminución de las emisiones, el papel del aislamiento es primordial. Para ANDIMAT, si se cumpliesen los Planes de Rehabilitación que el Gobierno contempla hasta 2050, se podrían llegar a rehabilitar de forma integral unos 10 millones de viviendas. Gracias al aislamiento se podría reducir la demanda de calefacción hasta un 80%, lo que implicaría una reducción de más del 30% de las emisiones del sector de la vivienda.
“Según los últimos datos que conocemos del factor de emisión eléctrica publicados por la CNMC, cada Kilovatio hora (Kwh) equivale a 259 g CO2 y, en esta misma proporción, cuanta más energía ahorremos en nuestro hogar, estaremos evitando la emisión de contaminantes a la atmósfera, además de conseguir otras ventajas como ahorro y confort”, explica Mateo.
En el Documento de Posición sobre la Eficiencia Energética y la Descarbonización elaborado por Andimat este mismo año, se recogen los objetivos concretos que Europa afronta para reducir un 55% las emisiones de efecto invernadero en 2030 y convertirse en el primer continente neutro en carbono en 2050. “En la consecución de estos objetivos, el aislamiento juega un papel determinante”, finaliza Luis Mateo.