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Tres de cada cuatro consumidores se muestran dispuestos a compartir sus datos en la compra online, pero casi la mitad (47%) sienten mayor preocupación por sus datos que hace un año, son dos de las conclusión del estudio "Me, my life, my wallet" (Yo, mi vida, mi cartera) de KPMG.
Tras encuestar a 25.000 consumidores en el Reino Unido, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Francia, Brasil, Canadá, China y la India, los datos arrojan que cerca de una cuarta parte de los consumidores (un 24%) no comercializaría sus datos. No obstante, los millennials están más dispuestos (21%) que los de la generación del baby boom (5%) a facilitar sus datos a cambio de mejorar y personalizar su experiencia como clientes.
De igual manera, la quinta parte (19%) de los millennials proporcionaría sus datos a cambio de obtener mejores productos y servicios, frente a un mero 8% en el caso de los baby-boomers. El estudio refleja que los consumidores más jóvenes sienten la misma preocupación con respecto a la suplantación de identidad pero son más propensos a ver las ventajas que les aporta compartir sus datos.
Los responsables del estudio sugieren que las entidades pueden fidelizar a los consumidores siguiendo cuatro reglas de transparencia en materia de datos:
*Explicar por qué se solicitan ciertos tipos de datos.
*Describir claramente cómo les protegerán.
*Ser sinceros sobre si los datos se venden o comparten fuera de la organización.
*No ser egoísta con respecto al valor de los datos – recompensar a los consumidores que compartan sus datos.
Casi la mitad (47%) de los consumidores dice sentirse más inquieto que hace un año, y este mismo porcentaje siente más preocupación que hace cinco años. Las cifras más altas se dan en EAU (60%) y Brasil (58%), mientras que en Francia (37%), Canadá (40%) y el Reino Unido (40%) se observan niveles más bajos de preocupación. Las generaciones más jóvenes sienten mayor preocupación que las generaciones precedentes. Más de la mitad (51%) de la Generación Y siente mayor preocupación que hace un año, frente al 46 % de consumidores de la Generación X, y el 36% de los baby boomers.
"Las compañías deben comenzar a darse cuenta de que el consumidor actual es muy consciente de los peores abusos a los que pueden ser sometidos sus datos. Desde la piratería informática hasta la publicidad injustificada por seguimiento, los consumidores están preocupados, y con razón. La transparencia y la mejora en la comunicación harán mucho por tranquilizar a los clientes y asegurarles que sus datos están en buenas manos y se utilizan en su beneficio. Todas las empresas han de reflexionar detenidamente acerca de cómo utilizar los datos de manera responsable para alcanzar percepciones más profundas y fraguar relaciones más estrechas con sus clientes. Además, deben saber que si ellos no lo hacen, será la competencia quien lo haga", advierte Willy Kruh, presidente global de Consumer & Retail en KPMG.