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Leroy Merlin dispone de una amplia selección de opciones en soluciones de seguridad, en función de las necesidades de cada casa. Desde elementos más clásicos a sistemas inteligentes, todo suma para reforzar la seguridad de cualquier hogar.
El punto más vulnerable es la puerta de entrada. Si tenemos en cuenta que en la mayoría de los casos los ladrones acceden por la entrada, sí que merece la pena reforzar nuestra casa con una buena puerta. Las de mayor seguridad -medidas bajo tiempo de resistencia- tienen una certificación de seguridad según su Clase de Resistencia (RC). Las RC van desde el 1 (resistencia nula) a la 6 (resistencia máxima, a partir de 20 minutos). La recomendación de Leroy Merlin es comprar puertas con un RC3 en adelante. Para viviendas, las puertas más indicadas son las de RC3 y RC4.
Con una puerta como estas, solo queda reforzar la seguridad con otros complementos como los escudos de seguridad, para proteger la cerradura, o los cerrojos de barra, un clásico infalible.
El bumping es la técnica más empleada por los ladrones. Consiste en introducir en la cerradura una llave modificada para este objetivo, y golpearla hasta hacer saltar los pines, consiguiendo abrir la cerradura sin ni siquiera romperla. Para impedirlo existen los cilindros antibumping, que presentan más resistencia. Como se tarda bastante más en forzar la cerradura, los intrusos suelen renuncian a abrirlas.
También pueden intentar forzar el bombín rompiéndolo con unos alicates o un taladro, pero los cilindros de seguridad esconden láminas de acero y barras reforzadas que lo dificultan. Si el nuevo bombín lleva sistema antiganzúa, mejor, es una técnica antigua pero aun en uso.
Las cerraduras invisibles son dispositivos electrónicos que se pueden colocar en cualquier punto de la puerta e imposibles de localizar desde el exterior de la vivienda, lo que hace muy difícil decidir por dónde forzar la entrada. Si los intrusos consiguen forzar la cerradura, seguirán sin poder abrir la puerta y desistirán de su empeño.
Estas cerraduras se controlan mediante mando a distancia, funcionan con pilas y aguantan una presión de alrededor de 1000 kg.
Las cerraduras inteligentes son, además de seguras, muy versátiles y cómodas. Algunos modelos permiten dar acceso temporal a cualquier persona gracias a “llaves virtuales”. Estas llaves se instalan en el móvil y caducan cuando el propietario lo decida. Así, quien tenga la suerte de contar con un vecino que eche un vistazo a la casa de su parte o tenga contratado, por ejemplo, los servicios de un jardinero de forma periódica, solo tendrá que habilitar una llave virtual para que entre en el momento indicado. Este sistema permite identificar quién ha entrado en casa, a qué hora y bloquear la cerradura, saber si la puerta está abierta o cerrada… y todo desde el móvil. Se instala en unos minutos sin taladros ni agujeros.
Los detectores de apertura avisan cuando la puerta se abre, algunos modelos incluso incluyen sensores de movimiento y alarma, todo ello controlado desde el móvil gracias a la conectividad wifi.