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El sector construcción en España contó con 125.275 mujeres ocupadas de media anual durante 2022, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa del INE. Aunque esta cifra es muy similar a la del año anterior (123.637 empleadas), entre junio y diciembre se ‘perdieron’ 30.000 puestos ocupados por mujeres (ver gráfico al final).
“Mientras en 2021 vimos cómo la cifra de empleadas en el sector aumentaba en más de 20.000 y en los seis primeros meses de 2022 seguía creciendo, los dos últimos trimestres hemos sufrido un importante retroceso que no se replica en el caso de los hombres”, apunta Judith Muñoz, MTWO directora de Desarrollo de Negocio en SoftwareOne para España.
Aunque el descenso de trabajadoras se explica en gran medida por la desaceleración del sector (caída del 6,3% en diciembre de 2022 en términos interanuales según Eurostat), los trabajadores del género masculino han aumentado en cerca de 9.000 en España durante el pasado año.
En la actualidad, las mujeres están muy poco representadas en el sector a escala global. En las dos últimas décadas han supuesto entre el 5% y el 15% de la mano de obra de construcción en todo el mundo. Sin embargo, este porcentaje está aumentando dada la necesidad de resolver la escasez de trabajadores cualificados.
En España, las mujeres representan hoy en torno al 9,7% del total de trabajadores ocupados en construcción. Y aunque en 2022 esta tendencia es ligeramente ascendente, en 2021 creció un 21,4% y en 2020 lo hizo en un 8,3% en términos interanuales.
“Las mujeres podemos ofrecer una perspectiva única en un campo tradicionalmente dominado por los hombres. Además, cambiar el statu quo permite aportar nuevas ideas y contribuir a la innovación en la construcción, lo que nos beneficia a todos”, continua la responsable de MTWO SoftwareOne.
La Confederación Nacional de la Construcción estima que siete de cada diez euros de los fondos Next Generation que recibirá España hasta 2026 estarán vinculados a la construcción, y que hará falta crear 700.000 nuevos puestos de trabajo para responder al incremento de producción en nueva obra y rehabilitación energética.
Junto a esta mayor actividad, la transformación digital es otra de las palancas que impulsará la profesionalización del empleo con la consecuente participación de las mujeres, debido a que el sector sigue siendo uno de los menos digitalizados de la economía no sólo en España sino en el conjunto de la UE