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El estudio “The digital supply chain’s missing link: focus” presentado recientemente por el Instituto de Investigación de Capgemini ha identificado una brecha entre las expectativas de lo que la digitalización de la cadena de suministro puede ofrecer y la realidad de lo que las empresas están consiguiendo ya que, según los datos recogidos, sólo una de cada siete empresas (14%) consigue desplegar iniciativas para la digitalización de la cadena de suministro de forma generalizada.
El estudio indica que si bien la mitad de las empresas encuestadas considera que la digitalización de la cadena de suministro es una de sus tres principales prioridades corporativas, la mayoría (86%) tiene dificultades para conseguir que sus proyectos pasen de la fase de prueba.
El ahorro de costes y las nuevas oportunidades de negocio son los principales objetivos de la digitalización de la cadena de suministro. Así lo desvela el estudio de Capgemini, señalando que más de tres cuartas partes (77%) de las empresas señalaron que sus inversiones en la cadena de suministro vienen motivadas por el interés en ahorrar costes; otras causas citadas con frecuencia son el aumento de los ingresos (56%) y el apoyo a nuevos modelos de negocio (53%).
La digitalización de la cadena de suministro es una de las principales prioridades de las empresas, especialmente en Reino Unido (58%), Italia (56%), Países Bajos (54%) y Alemania (53%). De los nueve países estudiados, España es el segundo en que menos interés suscita, ocho puntos por debajo de la media (42%), sólo por delante de Francia (39%) y por detrás de India y Suecia (ambos con 46%).
El entusiasmo general por centrarse en iniciativas digitales de la cadena de suministro puede explicarse por las expectativas del rendimiento de la inversión (ROI) que ofrecen. El estudio indica que el ROI en la automatización de la cadena de suministro y compras sería de una media del 18%, en comparación con el 15% de las iniciativas en Recursos Humanos, el 14% en Tecnologías de la Información, el 13% en Atención al Cliente y el 12% en Finanzas y Contabilidad e I+D. De acuerdo con el informe, el periodo medio de amortización de la inversión en la automatización de la cadena de suministro es de solo doce meses.
Las empresas encuestadas tienen una media de 29 proyectos digitales de la cadena de suministro en las diferentes fases de diseño, prueba de concepto o piloto. Solo un 14% ha conseguido sacar adelante al menos una de sus iniciativas con una implementación en diferentes ubicaciones o a gran escala. Sin embargo, de aquellas que lo han conseguido, el 94% afirma que ha supuesto un aumento de los ingresos.
El análisis señala que los esfuerzos de las empresas están demasiado dispersos y no se centran lo suficiente en las prioridades estratégicas. Las compañías que han sacado iniciativas adelante satisfactoriamente tenían una media de 6 proyectos en la fase de prueba de concepto, mientras que aquellas que aún no lo han conseguido tienen una media de 11.
También es notoria la diferencia en lo relativo a procedimiento y metodología entre las empresas que han conseguido implementar iniciativas digitales de la cadena de suministro y las que no. La amplia mayoría de las sociedades que han sacado adelante estos proyectos tienen un procedimiento establecido para evaluar el éxito de los proyectos piloto (87% frente al 24%) y tienen directrices claras para priorizar aquellos proyectos que necesitan inversión (75% frente a 36%).
Dharmendra Patwardhan, Head of the Digital Supply Chain Practice for Business Services en Capgemini, añade que “mientras la mayoría de grandes empresas entiende claramente la importancia de la digitalización de la cadena de suministro, pocas parecen haber implementado los mecanismos y procedimientos necesarios para hacerla realidad. Normalmente, las empresas se encargan de demasiados proyectos, sin tener la infraestructura suficiente, y carecen del enfoque centrado y a largo plazo que ha dado buenos resultados a los líderes del mercado en este sector. La digitalización de la cadena de suministro solo es posible si se racionalizan las inversiones actuales, se avanza en aquellas que puede demostrarse que generan rentabilidad y se implica a los proveedores y distribuidores en el proceso de transformación”.
Además de aprender de empresas que han sacado adelante iniciativas de la cadena de suministro, el informe recomienda que aquellas que busquen progresar en esta área se centren en tres ámbitos clave:
- Promover y alinear: asegurarse de que el trabajo para la transformación está dirigido por los líderes del C-suite y la alta dirección. La digitalización de la cadena de suministro es un proceso complejo que engloba la planificación, adquisición, TI y RR. HH. y, como tal, no puede estar dirigida por una unidad de negocio, sino que ha de coordinarse desde puestos de dirección trasversales. La cúpula directiva tiene que abogar por esta transformación y centrarse estratégicamente en los objetivos y en qué priorizar. La digitalización de la cadena de suministro es parte integral del cumplimiento de los objetivos empresariales y debe además adaptarse a un trabajo más amplio, como el aumento de la transparencia y la mejora de la satisfacción de los clientes, así que no se considera únicamente como un ejercicio de reducción de costes.
- Construir: para que la digitalización de la cadena de suministro dé buenos resultados, los socios en ambas direcciones de la cadena de valor (proveedores y distribuidores o proveedores logísticos) deben tener un papel en el desarrollo de las actividades de digitalización. Romper los límites entre las diferentes funciones de la cadena de suministro, así como de los equipos tecnológicos, también es crucial para el éxito de este tipo de iniciativas.
- Habilitar: mientras lo anterior ayuda a iniciar la digitalización, para mantenerla las empresas han de invertir en áreas clave para crear una mentalidad centrada en el cliente y desarrollar talento en la plantilla. Necesitan adoptar enfoques para atraer, retener y mejorar las cualificaciones profesionales de sus empleados.
En opinión de Rob Burnett, CIO de Global Supply Chain & Engineering at GE Transportation, “el Management buy-in es una grandísima parte de la identificación y la inversión en los proyectos digitales de la cadena de suministro, que puede potenciar una mejora real. Más que un centro de coste, la cadena de suministro puede ser una fuente de innovación y eficiencia para toda la empresa, pero es importante mantener el enfoque en los proyectos prioritarios para que las cosas empiecen a funcionar. Debería haber una comprensión más amplia de que menos es más”.